El Agricultor, el desenlace.
Caminamos largo rato por la extensa superficie.
Le seguí porque sabía perfectamente donde depositar sus pies y que éstos no hicieran daño a lo allí cultivado, como si recordara con una exactitud casi matemática cuál era el camino que debía seguir.
Subimos una loma desde donde se atisbaba todo el valle y en él, extensas tierras se perdían en el horizonte.
Un verde intenso bajo la luz del sol resplandecía en aquellos campos…
Dos piedras nos sirvieron como improvisado asiento. Lo agradecimos, habíamos hecho un enorme recorrido.
Fue entonces cuando, movido por una curiosidad imperiosa me atreví a preguntarle.
¿ Cuál es tu secreto ? Me refiero a …
Levantó su brazo y depositó su mano en mi hombro.
Su mirada cristalina cruzó el espacio que nos separaba al tiempo que esbozaba en su rostro una leve sonrisa, como si recordara algo otrora pasado.
Hace muchos, muchos años, tantos que ya casi ni recuerdo, alguien me enseñó que Yo también fui parte de un huertito.
Este año que arranca, comenzaré a escribir una nueva historia con aquel teclado al que llamé ilusión.
Quiero contar con las personas que son hoy co-protagonistas de la mía propia.
El año que viene tengo como objetivo principal el no dejar de Sentir, de Ser, de Estar.
Espero que tú también me ayudes a lograrlo.
Con mis mejores deseos.
Feliz 2017